Jardín de
esferas
siempre latente
en silencio,
tu aroma
infinito…
como la
brisa azul en un nudo.
Descubriendo tu
deseo
trazo ondas
sin borde,
rizos tercos
que navegan
recoletos en
mi mente.
Alejado…
observo la ciudad
trazada,
empujando los
sueños…
escapo sobre
una nube
pretendiendo
ansioso tu recuerdo.
Y me hueles
a levante…
a sonrisa
entre olas y espuma
de mi
angustia dormida.
Jardín de
esferas
siempre latente
en silencio,
tu aroma
infinito…
como la brisa
azul en un nudo.
Afortunado…
pululo en
las palabras y ansío amor,
acariciar la
víspera de un escalofrío,
el germen ulterior.
Hay promesas
en los naranjos
de un paisaje
atado al relieve,
al color
intenso de esta voz
que nos
narra mi conciencia.
Lo avalo…
turbare el
espacio
y la
distancia será enredo…
derramare
mies en los campos
que parchean
tu cuerpo futuro,
tu húmeda
piel…
En mi jardín
de esferas
como un
mantra musito,
alzo en
volandas la tarde,
y retozando…
me dejo hundir
en sus sombras.